Hoy Prohibimos los Toros y mañana comer carne

Sin lugar a dudas que nadie que tenga uso de razón, coherencia y equilibrio metal pensaría en que el sacrificio de cualquier tipo de animal deba de ser motivo de fiesta o de alegría, ya que se comete una flagrante batalla sangrienta por saquear las libertades y los derechos que cualquier animal posee, sea en una plaza de toros, ya sea en un laboratorio, ya sea en un circo, en la casa de una familia, en las redes de un barco de pesca o en cualquier situación que sirva para especular, para atentar o para destruir esos derechos en cualquiera de sus formas, modelos o actuaciones.

Es posible que quiénes han luchado por los derechos de estos toros de lidia tengan razón en algunos aspectos, pero no tienen razón por otro lado cuando infringen una normativa básica, pues resulta que esos Toros fueron instruídos y nacidos para la Lidia y para dar espectáculo y además en muchas tradiciones ancestrales españolas y extranjeras han supuesto un elemento permanente de nuestras fiestas y celebraciones de sobra conocidas en toda nuestra Comunidad Valenciana, como los Correbous o les corregudes de bous tanto en plazas improvisadas, calles planas y cerradas como en plazas de toros de cemento y madera, ya que corresponden a unas tradiciones seguidas por "Millones de personas" que proceden del paleolítico donde ya hay pinturas rupestres que así lo demuestran y donde se muestran al Toro como objeto de culto, veneración y de tradición, la cuál significaba no atentar en aquellos momentos contra los Toros como animal de festejos sino como un desafío ancestral a la fuerza viril representada siempre por los Toros y que el hombre ha querido siempre disputar esa fuerza, antiguamente era por sobrevivir y necesitaba matar para vivir y ahora es tradición. Pero esa lucha de poderes es el que siempre se deja ver en estas representaciones tradicionales, no es un atentado al sacrificio de los animales, ya que puestos a especular o a las intolerantes manías de los pro-derechos podíamos decir que toda empresa que haya detrás de cualquier animal, no para alimentarse como los paleolíticos, por hambre sino por vicio y por beneficio, como existe ahora, habría que también perseguirlos como se han hecho en contra de los pro-taurinos, que se han sacrificado sus libertades dentro de lo maliciosas y se ha prohibido dentro de un estado de derecho crear subestados antitodo y por lo tanto se van perdiendo tradiciones que han costados milenios de cuidar y estas tradiciones han crecido con nuestras formas de ser y han generado puestos de trabajo a su alrededor así cómo alrededor de las caza de morsas, focas, ballenas, delfines, cachalotes, tiburones, elefantes, osos, ciervos, gatos o perros y miles de especies más se hacen diariamente en nuestro país para aliñar nuestros platos, darnos de comer en restaurantes de postín o de comida rápida o para tener almacenados en nuestro hogares en espera de que nuestras deseosas fauces estén hambrientas y devoremos como auténticas fieras esas carnes o pescados suculentos que mamás, nuestra mujer o nosotros mismos vamos a prepararnos ya que no podemos vivir sin ellas, porque la mayoría somos auténticos carroñeros y carniceros y por ende cada vez que tuviéramos que comernos un animal y un pescado como debemos de sacrificar una vida animal deberíamos cortarnos un dedo para compensar o pagar diez veces más de lo que pagamos o cómo decía un inteligente pro-derechos darle un beso y tirarlo al mar o dejarlo caminar si es de carne,¿y nosotros qué?, podríamos argumentar tácitamente, pues si llegásemos al fin de matar cualquier animal en la tierra es muy posible que los animales que mataríamos serían los humanos, así es que todos aquellos que nacieran con disfunciones serían los sacrificados, pero además sin duda alguna que muchos de estos que vocean a las puertas de cualquier plaza de toros comería esa carne y se iría al burguer de turno a comer por ejemplo carne de chino o de humano Hindú, judío o español del sur que es más blanda, porque está más buena ¡Claro!, y tendríamos otro problema ya que los animales serían indultados, cómo procrean diez o cien veces más y más rápido que los humanos, ellos serían quiénes nos comerían y si ellos nos comen y nosotros también hacemos lo mismo, resulta que volveríamos a la época de las cavernas y las gentes perderían todo lo creado y hecho hasta ese momento, viviríamos en cuevas casi bunkers, sin móvil, sin ordenadores, sin energía eléctrica, sin asistencia de ningún tipo, sin todo lo conseguido hasta ahora, gracias a quiénes a los que buscan un significado a todo bajo una ideología superpacifista pero que a la vez es superraciales, superradicales, superposesionistas, favorecedores de todos los animales de la tierra pero son contrarios a muchas otras religiones internas propias de esas fobias o talentos hacia tradiciones que ellos no crearon, gracias a Dios, pero que poco a poco destruirán todas las creadas por sus ancestros, porque las libertades que les han otorgado a estas nuevas generaciones superracistas están gestando una Guerra mundial extrema de libertinaje brutal que sin duda si no se paran van a hacer muchísimo daño por no decir que van directos a la destrucción masiva con privacidad de libertades, derechos, valores, tradiciones y de formas de vivir de nuestra sociedad humana, que hasta ahora nadie quería cambiar porque en cada hogar, lugar, territorio o extensión cubre una porción de hambre, de paz o de utilización de celebraciones, que el hombre construyó más mal o más bien para usufructo propio no para ser debatido continuamente o para que se suprima por inconstitucional, pensemos muy bien lo que hacemos con nuestras ideologías amig@s.

Firmado por; Jhon Flitge, Tauno Romeu y Emma Thompson.