El Consell y las Agencias de Rating a la greña


La Generalitat Valenciana reprueba la calificación de S&P por la que le bajó la nota el martes y que además dejó este titular en los medios de comunicación; Standard & Poors Rebaja la deuda de la Generalitat Valenciana a "Bono Basura". Moody´s también rebajó la nota bajándola dos escalones en su clasificación normal, tocando el bono basura. No hay tanta diferencia entre que se toque el Bono Basura a que se esté con la basura al cuello, pero los índices en cualquier caso no son nada buenos ni alentadores, todo lo contrario, son catastrofistas y muy negativos, quizá por parte del Ente Autonómico lo que se pretende es evitar eso mismo, que no fluya el negativismo, pero para las agencias no hay en esa frase ninguna verdad.


Las Agencias hacen su trabajo, controlan cómo funcionan las inversiones de sus inversores, sean buenas o malas, para unos o para otros, siempre trabajan con las matemáticas claras, las que nunca fallan.


En septiembre ya se mostró disconforme con la nota que le otorgó Fitch y esa agencia dejó de calificar a la región en diciembre. Y es que a los directores algo cuadrados que regentan la Comunidad Valenciana, no les apetece ético que les levanten las faldas en público y les digan la porquería que almacenan como barcos cargueros balleneros en su interior, sino que es preferible hacer ver a los suyos que todo es bonito, placentero, sedoso y que nada es lo que dicen, rumorean o cuentan, aunque siempre cuando los ríos suenan y lo están haciendo hace muchísimo tiempo será por algo...

Las Agencias de Rating son los Observadores de los Mercados
los que controlan las grandes inversiones y emiten juicios de valor

El caso es que las agencias no se inventan los cálculos, las depreciaciones que la Comunidad Valenciana obtiene, con lo lamentable y destrozada que tiene su economía, si hasta un niño de cuna lo sabría sacar, ¿pero yá sabéis no?, sus regentes se avergüenzan profundamente de lo mal que van las arcas y siguen sin asumir sus culpas, sus despropósitos y sus bajos índices de gloria, que ahora cotejan y que tienen suerte que ahora con las Fallas y después con la Semana Santa y la Pascua, van a estar cómo ellos y ellas quieren estar siempre, sin que les toquen mucho las narices, aunque eso no quite que la valorización de sus fondos, de sus chanchullos, de sus despilfarrros colaterales por culpa del despitorre Bancario y de los amiguetes y amiguetas colocados y colocadas que han sangrado esos Bancos y, el déficit financiero existente, las deudas a proveedores abismal y catastrófica, sus chorizadas de amiguitos del alma, junto con las tramas multimillonarias, hacen que "los coeficientes de rating" caigan irremediablemente en picado pero no siempre en diciembre o en Enero sino durante todo el 2012 y tal vez hasta que no haya un equilibrio financiero ecuánime, ya que las agencias que se presten a controlar y a dar unos números sobre la Comunidad Valenciana, es normal que no sean a la alza, porque simplemente es imposible vaticinar algún repunte o alguna mejora hasta que los pilares básicos donde se asientan la gran economía Valenciana, en este caso, y en esta Comunidad española no genere por lo menos, una buena confianza de mejora, segundo se subsanen los excesivas deudas que la ahogan y haya una coherencia entre los ingresos y los gastos que hasta ahora permanecen en el más abandonado olvido y es en este apartado donde su President Autonómico debe incidir en proteger la deuda, pagándola lo más pronto posible, obligando a las empresas a generar empleo y no a presentar eres y despidos masivos, propulsar la economía ¡yá!, efectuar acuerdos con los Bancos para que empiecen a servir dinero a pequeñas empresas, autónomos, particulares y pymes, para que "¡ruede el dinero yá!" y sobretodo con este clima de austeridad desmedida en todos los asuntos de inversión y gasto a corto y a medio plazo, hay que recortar sobretodo en asuntos de grandes obras de infraestructuras y dejar de traer Grandes Eventos que colapsen el gasto masivo y ¡activar yá! programas para apoyar iniciativas empresariales, con ayudas económicas que generen riqueza y propulsar la generación de recursos que los Ayuntamientos puedan producir por sí mismos, para poder crear ganancias y se puedan financiar con los propios recursos que hayan generado y me consta que pueden haber tantos cómo término municipal tenga cada pueblo o ciudad.

Gracias a esta idea de ir generando territorios de explotación con mano de obra vinculante a los Ayuntamientos, no funcionaria y procedente del Inem, se generará desarrollo masivo, se podrá sacar a muchos millones de personas del paro y se volverá a general suficiente optimismo como para que las Agencias de Rating, medios de comunicación, inversores, bancos e oincluso Ministros del Gobierno cualsea se personen en los campos laborales y aplaudan estas iniciativas de explotación y también de impulso de la economía de la Comunidad Valenciana, pero si esto no ocurre y se sigue echando balones fuera, pensando qué buenos éramos y qué bien nos lo pasábamos, pasa el tiempo, los agobios se tuercen más y el caos se apodera más y más de los ciudadanos, empresas, bancos y deuda y es por ello que la calificación jamás de los jamases debe ser buena, ni por mucha pintura nueva que con ella pintemos las fachadas del empobrecimiento de la Comunidad Valenciana, pero la iniciativa estará en manos de quiénes la quieran afrontar y llevar a cabo, de empresarios, de Banqueros, de empresas financieras y de inversión, ellos deben ser el motor del alzamiento de su Comunidad.
La Generalitat Valenciana cuestiona de nuevo a una agencia de rating. El año pasado se enfrentaba a Fitch por haber rebajado la calificación de la deuda regional sin que se le hubiera solicitado una opinión y ayer plantó cara a Standard & Poor’s (S&P), que ha sido la última en rebajar la nota y la puso en grado especulativo. El vicepresidente, José Císcar, dijo por la mañana que las consideraciones que usa S&P para rebajar la deuda son “totalmente erróneas” y que su ejecutivo no comparte los criterios que se manejan en el dictamen.

Unas horas después, la Conselleria de Economía, dirigida por Máximo Buch, publicó una nota anunciando que prepara un documento para “confirmar la viabilidad financiera” de su administración y que se lo enviará a las agencias de rating.

S&P emitió su opinión el martes y no sólo rebajó la deuda a largo plazo dos escalones, hasta BB, sino que la puso en perspectiva negativa, entre otros aspectos, por “el riesgo que vemos en que el equipo gestor de Valencia no cumpla estrictamente con las condiciones establecidas por el gobierno central en el marco de su mecanismo de apoyo extraordinario”. La desconfianza en el equipo de Fabra se basa en “el reciente historial de desviaciones de Valencia con los objetivos fiscales oficiales”. La rebaja del rating se basa en que la línea del ICO no va a cubrir todos los vencimientos de deuda y la perspectiva negativa, en que “un incumplimiento pudiera dificultar el acceso fluido de Valencia a la financiación del Gobierno y acentuar las tensiones de liquidez”.
La nota de Economía asegura que “la Comunidad Valenciana cuenta con el respaldo del Gobierno central para hacer frente a los compromisos financieros”.
Precedente
La discrepancia con S&P tiene el precedente el año pasado con Fitch. Esta agencia rebajó la calificación de la Comunidad Valenciana en septiembre y entonces el Instituto Valenciano de Finanzas emitió una nota “transmitiendo su disconformidad” a Fitch por la rebaja del rating “pues no tienen ni autorización ni encargo especial para ejercer esta labor, y ha realizado su informe sin contar con información precisa sobre la situación financiera de la Generalitat”.
Fitch había calificado la deuda de la región desde marzo de 2003. Inicialmente los análisis se hacían por encargo de la Generalitat, pero en los últimos años se hacía sin encargo. La agencia dijo entonces que “tenemos un deber con el inversor, no con el emisor”. Añade que cuando no hay una relación con el emisor que permita tener información adicional y se realiza el análisis sólo con la información pública disponible, siempre se refleja en sus comunicados. Tres meses después, Fitch emitió su último informe rebajando la deuda regional y decidió no seguir calificándola.

Fuentes de la Info; Ruud West Gilabert, Alfred Bonamanta y

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