La Costumbre de poner el Árbol de Navidad

El árbol de navidad es un complemento navideño, que como tantas y tantas cosas, la propia religión Católica ha usurpado, una y mil veces del paganismo, y el cuál alumbra por medio de sus luces que le enroscamos a su cuello, nuestras casas de día y de noche y que resplandecerá y dará alegría durante las Navidades Cristianas, herencia pagana que se empezó a generalizar y a extender a partir del siglo XIX, en gran medida y repercusión en España y en en el Mundo Católico.

Sin embargo, parece que su origen remoto o más lejano se encuentra en una tradición pagana y no religiosa especialmente y donde el árbol representaba las llamadas noches rigurosas, del 25 de diciembre al 6 de Enero, en las cuáles los espíritus malignos cobraban especial fuerza y para ahuyentarlos se colgaban ramas verdes y se encendían luces en las casas. Esta costumbre pasó al Cristianismo y donde el Árbol se identificó con Cristo como representante del verdadero Árbol de la Vida. Y es por ello que el mismo se adorna con las luces aquellas en las que debiéramos con ellas alejar a los males espíritus de nuestros hogares y otras fuentes piensan que si pudiera tener relación con la estrella que iluminó a los Reyes Magos de Oriente, en su viaje hacia Belén, y las manzanas que se utilizan frecuentemente como decoración evocan esa fruta prohibida del pecado original del que Cristo redimió a la Humanidad. Por lo tanto poned luces en en el árbol y espantad a los seres malignos, que en España lo tenemos infestado de seres malignos, rebeldes y sangrientos que atacan sobre todo cuando menos te lo esperas,¡Tened cuidado con ellos, que los puedes tener a tu lado y Feliz Navidad tengáis!.

Firmado Por; Ana Saunier y Betina Crespo